Como en todos los años de la primaria en México piden leyendas para niños cortas, entonces sigo con esta serie de artículos con leyendas.
Click aquí para escuchar y leer leyendas para niños de primaria cortas
Click aquí para leer 3 emocionantes leyendas cortas
Click aquí para leer leyendas cortas del panteón de Belén
Y en este artículo te presento dos leyendas para niños cortas, al final está un vídeo que grabaron mis hijos, están empezando su programa de Youtube: De niños para niños, espero les guste.
Leyendas para niños cortas
Leyendas para niños cortas de España
El lago acusador
Hace muchos años, en un bosque que se extendía bajo un monte, había un albergue para cazadores, donde solían pasar la noche quieren perseguían jabalíes y ciervos.
Una noche que caía una fuerte tormenta, llamaron a las puertas del albergue. El posadero, desconfiado por la hora que era, se asomó por la mirilla. Ahí, tocando con el pomo de su espada, estaba un caballero cuyas ropas, aunque empapadas, eran lujosas y elegantes. El posadero abrió la puerta, pensando que ese caballero le pagaría bien por sus servicios.
Una vez que entró el recién llegado, se quitó su capa de terciopelo rojo, la colgó en una percha cerca de la chimenea para que se secara y pidió un buen vaso de vino y algún guiso caliente para cenar.
Terminó su cena. Pero la tormenta no amainaba, así que decidió quedarse a pasar la noche en el albergue. Entonces pidió al posadero que le preparara una habitación para dormir.
El posadero había visto los ricos anillos de oro con rubíes y diamantes que llevaba el caballero. Se imaginó que la bolsa que traía el huésped estaría llena de oro y comenzó a llenarse de pensamientos codiciosos.
Rápidamente preparó la hbitación, ofreció al caballero otro vaso de vino para que lo bebiera antes de dormir y se retiró pronto, diciendo que tenía que levantarse en la madrugada para empezar a trabajar.
El caballero, por el cansancio y por el vino que había bebido, se durmió profundamente.
Mientras, el posadero se metió a su cuarto y buscó un afilado cuchillo. Escuchó con atención durante un rato y, al no escuchar sonido alguno, supo que el caballero dormía. Entonces salió de su cuarto y llegó al del caballero. Abrió la puerta con cuidado para no hacer ruido y, como un tigre sobre su presa, se abalanzó sobre el caballero durmiente y le clavó el cuchillo varias veces en el pecho. Luego encendió una vela, y comprobó que el desdichado huésped estaba muerto. Entonces registró su bolsa y sus ropas, donde, como lo había imaginado, encontró muchas monedas de oro.
Una vez que puso las monedas y las joyas del caballero en lugar seguro, regresó a la habitación del caballero con un gran saco y allí metió el cadáver. Luego, se llevó el saco arrastrando hasta la orilla de un lago cercano, lo terminó de llenar con piedras para que se hundiera, lo cerró muy bien y lo arrojó al agua. Después regresó corriendo al albergue y, feliz con el resultado de su fechoría, limpió toda posible huella de su crimen y durmió a pierna suelta el resto de la noche.
Al día siguiente buscó por todas partes el cuchillo que tenía grabado su nombre en la hoja, pero no lo encontró. Primero se asustó mucho pensando que el arma se había quedado clavada en el cadáver, pero luego se tranquilizó al recordar que el caballero asesinado estaba en el fondo del lago, y nadie nunca había llegado a tocar ese fondo, pues el lago era muy profundo.
Meses después de aquello hubo un fuerte sismo, a consecuencia del cual se abrió una grieta en la tierra por donde se fue toda el agua del lago que quedó casi seco.
Entonces los vecinos del lugar, en el fondo lodoso, vieron un saco. Lo abrieron, y en su interior encontraron un esqueleto rodeado de piedras. Cuando lo sacaron, vieron que tenía clavado un cuchillo en el pecho. Llamaron a los alguaciles y éstos, al sacar el cuchillo y examinarlo, se dieron cuenta de que en la hoja tenía grabado el nombre del posadero.
Pero ya no pudieron castigarlo, porque el asesino, al ver que el lago se había secado, supo que lo iban a descubrir y se ahorcó colgándose de una viga del techo del albergue.
Dos días más tarde, las aguas volvieron a salir de la grieta y el lago se llenó de nuevo. Los vecinos aseguran que, a partir de entonces, cuando se comete algún crimen, el lago se vuelve a secar, y no se llena de nuevo sino hasta que se hace justicia.
(Tomado del libro Mis cuentos de vampiros, horror y fantasmas. Editorial Patria)
El árbol del vampiro
Animales muertos comenzaron a aparecer en la ciudad de Guadalajara, todo indicaba que habían sido asesinados de una manera sobrenatural pues los cadáveres aparecían sin una gota de sangre. En la ciudad se sospechó de la presencia de un vampiro.
El rumor extendido por algunos cuantos tipos de mente imaginativa, parecía convertirse en verdad: cadáveres de niños fueron encontrados en la ciudad. Guadalajara se paralizó bajo la amenaza de un vampiro en sus calles, las fiestas se terminaron, nadie salía por la noche, pero el horror crecía y los muertos también.
Después de unas noches, un grupo de valientes dio con el asesino y lo llevaron al panteón de Santa Paula, ahí le atravesaron el corazón con una larga estaca. Al día siguiente le pusieron una gran loza de cemento para asegurarse de que no pudiera salir de su tumba.
Para asombro de todos, la estaca comenzó a crecer y se convirtió en un gran árbol, dicen que si pinchas o cortas el árbol comienza a sangrar y cuentan que cuando el árbol triture el cemento de la tumba el vampiro surgirá de nuevo para atacar a los tapatíos.
Estan padres las layendas y salen de lo cotidiano para los niños
Es muy buena esta leyenda me parece chevere gracias por publicarla no la había escuchado