El miedo en los niños es una preocupación constante entre las mamás. Es un verdadero suplicio que llegue la noche y tu hijo no se pueda dormir o no quiera ir al baño porque tiene miedo de jalar la palanca para que se limpie la taza. A mi hijo le daba un miedo paralizante ir al baño, así que le inventé esta pequeña historia, se la conté varias noches y poco a poco se le quitó el temor. Le pareció muy chistoso que un monstruo tuviera tanto miedo como él.
Si tu hijo no quiere ir al baño espero que te sirva esta historia para quitar el miedo en los niños.
Miedo en los niños
RECALCITRANTE NO QUIERE IR AL BAÑO
-¡Menudo problema! ¡Otra vez mojaste la cama! -le gritó Don Recoveco a su hijo Recalcitrante.
-No es mi culpa -dijo Recalcitrante- es que hay algo en el baño.
Don Recoveco se arrastró dejando una mancha amarilla en el piso, mancha que después de unos minutos se convertía en miles de mosquitos que revoloteaban y se instalaban en la cabeza del monstruo más importante de Ciudad Grotomax.
-Recalcitrante no hay nada en el baño ya te lo dije miles de veces, es sólo tu imaginación.
-Pero papá, no es mi imaginación está ahí dando vueltas en el agua, por eso no puedo jalar la palanca. Esa cosa me arrastraría y me llevaría con ella.
-¡Estas castigado! -gritó Don Recoveco. Castigar a su hijo era lo que hacía cuando no sabía que hacer.

Recalcitrante se fue a su recámara. sus manchas moradas se hacían rojas del coraje, cerró la puerta, tomó un libro y encendió la lampara, todo al mismo tiempo gracias a sus tres manos elásticas. El pequeño monstruo había intentado llevar la sábana mojada de su cama al bote de la ropa sucia sin que su papá se diera cuenta, pero los cinco oídos de su papá lo escucharon rodar por el pasillo y… el regaño ya lo conocemos.
-No puedo seguir teniendo miedo al baño -pensó-, debo de encontrar una solución a mi problema.
Recalcitrante recordó los buenos tiempos de cuando era pequeño y llevaba pañal, ese pañal que su mamá le ponía y quitaba mientras le hacía cosquillas en la barriga. Pero creció y tuvo que ir al baño, al principio era muy divertido y emocionante ser grande.Él disfruta ir al baño solo, se sentía importante, casi tanto como su papá. Pero después su prima Mentecata le contó del TERROR DEL REMOLINO y entonces…
Un momento -pensó nuestro amiguito- Mentecata también me dijo que no podía comer galletas porque me quedaría solo con dos brazos y en lugar de rebotar tendría dos palos para moverme. Pero eso fue una mentira, hoy me comí veinte galletas en un tristrás y nada me pasó. Creo que Mentecata se está burlando de mí.
¡Cuántas vergüenzas y castigos había pasado por culpa de su prima! Mentecata siempre hacía bromas y se burlaba de todos y él había creído hasta la última palabra del TERROR DEL REMOLINO (sí era mayúsculo el miedo al remolino del baño) pero ya no sería víctima de una tonta broma.
Recalcitrante estaba decidido. Fue al baño, juntó todo su miedo y lo sacó de su cuerpo: era un miedo amarillo en forma de bola, Recalcitrante lo observó unos minutos, se dio cuenta que era un miedo insignificante y lo tiró por el excusado. El miedo se disolvió en el agua. Recalcitrante jaló la palanca y… ¡NADA PASÓ! Ningún remolino se lo llevó.
Ahora Recalcitrante va al baño todas las noches y ya no moja su cama.
FIN
Y tú ¿ya vas al baño solo?
Si el miedo en los niños disminuye, déjame un comentario y si no pasa nada, comenta también para buscar una solución a estos problemas.